sábado, 4 de agosto de 2018

La familia Prati de Caldonazzo (Trento), Uruguaiana y Porto Alegre (Rio Grande do Sul) y Salto (Uruguay)


Apuntes de la familia de los artistas Edmundo y Eriberto Prati, de Caldonazzo (Trento), Uruguaiana y Porto Alegre (Rio Grande do Sul) y Salto (Uruguay)




Este artículo fue escrito por mí el 25.2.2015 para ser publicado en la Revista Digital de Cultura de la Intendencia de Salto, "Ateneo", en su número 2,  a pedido del entonces Director de Cultura Prof. Leonardo Garet Mas. (Hoy puede encontrarse tal como lo transcribo, en la página web del Prof. Garet : www.leonardogaret.com.uy/index.php/revista-cultural-ateneo/ateneo-n-2/la-familia-prati )
Como ha sido parcialmente transcripto en Wikipedia en lo que concierne a Edmundo Prati, con agregados érroneos y sin citar mi autoría, lo publico también aquí... 

Siempre leemos que el escultor Edmundo Prati era nacido en Uruguay, un 17 de abril de 1889, en la ciudad de Paysandú. En realidad su nacimiento en esa bella e industriosa ciudad litoraleña fue un hecho fortuito, ya que la familia no guardaba ninguna relación con la misma. Mi bisabuelo Michelangelo Prati se encontraba en esa, actuando como subcontratista del tendido de las líneas ferroviarias del Ferrocarril Noroeste, y allí lo había alcanzado la germano descendiente brasileña Carolina Mattje Schneider, de Lajeado, RS, luego de un viaje de centenares de kilómetros a caballo acompañada por uno de sus tíos. Así los primeros de sus hijos, los gemelos Edmundo y Eriberto nacerían en Paysandú, en el Hotel “Dos Mundos” junto a la Basílica de San Benito, donde la pareja se hospedaba.
Michelangelo era un joven Perito Agrario y no estaba relacionado a nada que fueran obras civiles hasta venir a Rio Grande do Sul acompañando a dos de sus hermanos mayores Leone y Probo, en 1886, en la búsqueda de un éxito económico que antes de la bancarrota de su padre era el statu quo familiar.
El mismo, Domenico, hermano menor del Párroco de la comarca, Giacomo, había sido Perito Geometra, rico propietario de tierras por herencia de su padre “Messer” Stefano, empresario en la construcción, exportador de vinos de la región a países de Europa Central y del Este, comerciante de los mismos en Venecia, un hombre de gran cultura y espíritu aventurero, que en pocos años dilapidó la parte de la fortuna familiar que le tocara en suerte. La misma incluía varias fracciones de tierras de labranza, viñedos, bosques, y una Forja de metales a la vera de un torrente, como consta en la división de bienes hecha con sus hermanos en 1851, que había reconvertido en molino harinero y en su casa familiar, hacia 1852. Había fallecido en 1865 dejando a su viuda y su numerosa prole con su economía en serias dificultades. Su esposa Lucia era también una rica heredera, hija de Giuseppe Garbari, poderoso industrial de Caldonazzo, propietario de la mayor hilandería de seda de la villa, y Lucia de Negri, nobildonna nacida en Calavino, de familia de antigua prosapia burguesa de la ciudad de Arco ennoblecida por la Emperatriz María Teresa en 1774. Es presumible que tampoco restara nada de sus bienes, ya que al fallecer Domenico debieron salir a socorrerlos los hermanos del mismo, poderosos propietarios de tierras.
Al fallecer Lucia solo dos años después, en 1867, la familia fue dividida, los menores, Anacleto, Benedetto, Giulio y Michelangelo, quien aún no alcanzaba los dos años, fueron inicialmente criados por sus hermanas mayores, Luigia, Isabella y Anna, que continuaron habitando en el Molino, y luego estos dos últimos acogidos en casa de su tía Francesca Prati en Borgo Valsugana, casada con el Dr. Zanetti, médico reconocido de esa localidad, al tiempo de recibir una educación. El hermano mayor, Eugenio, continuaba formándose como pintor académico en Florencia, gracias al usufructo de una beca del gobierno tirolés, oportunamente concedida cuando ya las finanzas de Domenico no alcanzaban para sostenerlo fuera de casa, pero aún no producía para poder sustentar a sus hermanos.
Los siguientes en edad al primogénito, Leone y Probo, salieron al mundo a trabajar y así el segundo aprendió, de ese mundo nuevo en formación de los ferrocarriles, el oficio ferroviario trabajando en Austria, y luego ambos, siguiendo la tendencia migratoria de trentinos hacia Argentina y Brasil, decidieron venir a probar fortuna en esos menesteres. Iniciaron la aventura americana en Rio Grande do Sul en 1886, acompañados por Anacleto y el benjamín Michelangelo en la misma, quien ya había recibido su educación como Perito Agrario. Benedetto y Giulio se quedarían en Italia, este último siguiendo la vocación artística iniciada por Eugenio, pero estudiando en la Academia de Brera en Milán desde 1885.
Algunos de sus primos Prati y Garbari, sustentados por otras posibilidades económicas, habían recibido la mejor educación y ya se destacaban en la magistratura, la medicina, el sacerdocio y otras actividades, en diversas localidades como la vecina Levico, Borgo, Cavalese, etc., habiendo alcanzado otro Eugenio Prati elevada posición en Viena a la época de su emigración, cuando casaba con una noble Vittorelli de Bolzano, y donde llegaría a ser Consejero Imperial. La familia de su abuela, de Negri de Arco, seguían ocupando los principales roles administrativos en esa, como lo hacían desde inicios del '700, habiendo enlazado con las restantes familias de la alta burguesía ennoblecida de Arco: Alovisi, de Angelini, Marcabruni, Prati (rama de Dasindo), etc., algunas de ellas tambien antepasados suyos, con quienes seguramente no tenían contacto ya, dada su decadente posición.
Sí a través del primogénito Eugenio, quien se movía en los mejores ambientes artísticos y sociales de Venecia, Florencia y Trento, conocían desde la infancia a grandes pintores de la escuela Veneta y otros intelectuales, los que recalaban en el cenáculo en que había convertido Domenico el rústico Molino en sus momentos de apogeo, y siempre visitaron el lugar en vida del pintor.
Esta disgreción fue hecha con ánimo de revelar la curiosa vida que llevaban los hermanos Prati-Garbari, que por origen y luego por talento los vinculaban a un ambiente privilegiado, pero por necesidad material fueron conducidos a seguir el camino de la emigración.
Así llegaba Michelangelo a Brasil, con apenas 21 años, y trabajando en el tendido de los ferrocarriles, en Uruguaiana y otras localidades, llegaba en 1889 a Paysandú.
No mucho después, en 1891 volvía con su esposa y sus hijos mayores, Edmundo y Eriberto, a Caldonazzo (entonces en territorio austríaco) gracias al dinero obtenido como subcontratista, y pensando en dedicarse a las labores agrícolas para las que se había preparado. Desconozco las causas por las que, en lugar de desarrollar esa tarea en su patria, volvía al Brasil con su esposa y su tercer hijo nacido en Caldonazzo, Alfredo, para explotar un campo arrendado en las inmediaciones de Uruguaiana. Su hermano Leone también se radicaría definitivamente en esa ciudad en 1896, tras casarse en Caldonazzo con una prima Garbari, y finalmente su sobrino Domenico, hijo de Anacleto, ya iniciado el s. XX, formando los troncos de dos conocidas familias de comerciantes de esa localidad.
Los mellizos fueron dejados en Caldonazzo para ser criados en el cálido ambiente familiar a cargo de las tías Luigia e Isabella que ya habían criado antes a su padre, en el Molino sobre el torrente Centa.
Allí se criarán, en ese mundo mágico y salvaje, bajo las ruinas de la Torre del castillo de Caldonazzo, escalando montañas, cazando en los bosques con trampas, nadando en el lago, y haciendo obras de arte por imitación al ser esta una actividad esporádicamente frecuente en el Molino. Y allí tendrán la ocasión de vivir el ambiente del cenáculo que seguía vivo desde las épocas de su abuelo Domenico,ya que ahora concurrían además de Eugenio y sus amigos, también Giulio y los suyos, y su primo Romualdo, hijo de Probo, otro gran pintor, nacido en Austria antes de la emigración de su padre a América. Entre los ilustres visitantes de Eugenio en Caldonazzo, donde él instaló su taller unos años, se encontraban, además de pintores, sus amigos el insigne Giacomo Puccini y Tito Riccordi de la célebre familia de editores.
Siendo aún niños, los mellizos expusieron pequeñas esculturas en arcilla en una muestra de su tío Eugenio en el Hotel Caldonazzo, centro de los eventos sociales de la Villa (instalado en la que había sido la casa de los Garbari), iniciando así precozmente su carrera artística...
Culminada la escuela, debieron empezar a pensar en contribuir en la economía de sus madres de crianza, y así son enviados a Trento, a aprender el oficio de pintores-decoradores en esa, como aprendices en el Taller de De Vigili, al amparo de la tía Anna Prati, ya casada y residente en esa. Los fines de semana volvían al Molino caminando, 20 kms., pero era imperioso disfrutar de su ambiente y ver a sus tías.
En Brasil habían nacido cinco hermanos más, a los que no conocían, y tenían ansias de conocer a su madre, a quien habían visto por última vez a una edad en que no se tiene memoria, aunque su padre si había vuelto alguna vez a verlos.
Así en 1909, con ese objetivo y para escapar del servicio militar austríaco, patria a la que pertenecían pero a la que su familia se oponía desde tiempos de Garibaldi, parten rumbo a América, desembarcando en Buenos Aires y dirigiéndose a Uruguaiana. Tras unos meses allí, primero mi abuelo Eriberto, y luego Edmundo, se radican en Salto, donde ven un campo fértil para el oficio aprendido durante tres años en Trento. Eriberto llega a trabajar unos meses en Paso de los Libres antes de radicarse aquí, y Edmundo pasa otros tantos en una aventura de navegación fluvial con un pariente, que relata en su autobiografía. Aquí fundan la empresa de pintura decorativa Prati Hnos., siendo la decoración del techo del Ateneo, en 1911, el primer encargo de fuste que realizan . Forman hogar ambos en Salto, en 1913, con salteñas, mi abuelo con Rosario Bellettieri hija de un comerciante italiano precozmente fallecido, y Edmundo con Teresa Scanavino, hija de Pascual Scanavino, propietario del Hotel de igual nombre, luego Biasetti. Unos años después, luego de la guerra acogen a su primo Lindo Prati, hijo del pintor Giulio, tras una historia que había incluído la deportación de su familia a Moravia, en Austria, durante la 1ra. Guerra, ya que toda la villa de Caldonazzo fue evacuada, el que da origen a la Flia Prati-Guaita.
El resto es conocido por los salteños y está ampliamente documentado.

Se preguntarán qué paso con su padre Michelangelo y su madre Carolina? Al poco tiempo del reencuentro con sus hijos mayores vuelven a Italia y se instalan en Milán, por lo que sus vidas siguen quedando separadas por un océano. Su padre muere en 1915 luchando por Italia en la 1ra. Guerra, como partisano francotirador, siguiendo la tradición proitaliana y antiaustríaca de la familia. Es considerado un héroe de la causa de la anexión del Trentino a Italia, y recibió el honor de múltiples publicaciones periodísticas y de un libro que recuerdan ese hecho.
Carolina envejeció en Milán y Caldonazzo, a miles de kilómetros de su Lajeado natal, su tercer hijo, Alfredo volvió al Brasil, se casó con su prima hermana Azelia Prati Garbari hija del tío Leone nacida en Uruguaiana, y tuvieron numerosa familia residente en Porto Alegre, Sara vivió siempre en Milán donde fue funcionaria pública, Lasthenia y Alice se casaron con dos hermanos Poletti, ambos concesionarios de correos en distintas ciudades de China, y allá vivieron hasta el advenimiento del comunismo cuando debieron regresar a Italia, Italo estudió violín en el conservatorio de Milán y llegó a ser violinista de la Scala bajo la dirección deToscanini, y luego Primer violinista de la Sinfónica de Porto Alegre, Edilia también retornó a Brasil casada con Martinelli.
Y qué sucedió con las tías, madres de crianza de los mellizos, con los tíos y primo pintores, y con el Molino?
Las tías Luigia e Isabella fallecieron de avanzadísima edad en Caldonazzo en la década del '30, pudiendo estar presentes en 1925 en la inauguración del monumento a su hermano Eugenio, hijo dilecto de la misma, quien falleció en 1907 convertido ya en uno de los pintores más reconocidos de la época en el Veneto y el Trentino, exponiendo en todas las muestras importantes de Europa y obteniendo la Medalla de Oro en la Exposición Internacional de Chicago de 1893, considerado junto a Bezzi uno de los dos artistas trentinos más importantes del s.XIX. Giulio fue un destacado pintor, actuante en Trento, Buenos Aires y Mendoza, volviendo a Caldonazzo antes de la guerra a tecnificar el Molino, y luego de ser deportado junto a toda su familia, como ya mencionáramos, volvió al final de la guerra para reconstruirlo, ya que había sido dinamitado por los austríacos en venganza por la postura proitaliana de la familia. Allí envejeció y pudo culminar su obra tras años de dedicación, viendo a sus hijos mayor y menor, Mario (nacido en Mendoza en 1900) y Carlo (nacido en el exilio en Moravia en 1917) convertirse en personalidades importantes del Trentino. Romualdo fue un destacado pintor en Rio de Janeiro, París, en cuyos Salones expuso por años, y finalmente Roma donde tuvo una escuela de pintura. Se había casado en Rio de Janeiro con una aristócrata brasileña y sus hijas formaron distinguidos hogares en Trento y Riva del Garda.
El Molino Prati, referente cultural de la comarca, está allí, tal como lo reconstruyera Giulio, aún propiedad de la familia, sobre la ruta provincial 108, que lleva el nombre de Via Eugenio Prati.
Salto, 25 de febrero, 2015

© Edmundo Rodríguez Prati 

Bibliografía-

Michelangelo Prati”, Mario Paoli, Ed. Saturnia, Trento, 1936

Eugenio Prati, Pittore”, Riccardo Maroni e Giorgio Wenter, 1a Edizione di Collana di Artisti Trentini, Trento, 1956

Autobiografía de un artista”, Edmundo Prati, A. Monteverde y Cía S.A., Montevideo,1969

I passi ritrovati, Caldonazzo e i suoi profughi nella Guerra Mondiale, 1915-1918” Centro d'Arte La Fonte, Coord. Saverio Tecilla, Artigianelli, Trento, 1985

Cronaca di Arco - 1771-1879” (Arc. Mons. Eliodoro Degara, Arco, 1905) , Reedizione a cura di Mauro Grazioli, Il Sommolago, Arco, 1991

La magia e la poesia del Trentino nella pittura di Eugenio Prati” catalogo mostra a cura di Elisabetta Staudacher, Comune di Trento 2002

Eugenio Prati (1842-1907), Tra Scapigliatura e Simbolismo”, Provincia Autonoma de Trento, Comune di Trento, Comune di Rovereto, MART, a cura di Gabriella Belli, Alberto Pattini, Alessandra Tiddia, Silvana Editoriale, Milano y MART, trentoo y Rovereto, 2009

Edmondo e Giulio Prati - Artisti internazionali da Caldonazzo al Sud America”, Alberto Pattini, Maria Martinelli, Centro Divulgazione della Provincia Autonoma di Trento, 2010

Innumerables artículos en diarios y revistas de Trento, Milano, Torino, Montevideo, Buenos Aires.

Webgrafía

Eugenio Prati”, Alberto Pattini, en:

Giulio Prati”, Alberto Pattini, 2003, en:

Romualdo Prati”, Alberto Pattini, en:

Michelangelo Prati”, Alberto Pattini, en:

Edmondo Prati”, Alberto Pattini, en:

Eriberto Prati” Edmundo Rodríguez Prati, 2006, en: http://www.prati.com.br/Familiaprati/ilustres/EribertoPrati/EribertoPrati_espanhol.htm

Eugenio Prati, antologica a Castel Ivano” Elisabetta Staudacher, 2007, Sitio Web de Castel Ivano, en:

Eugenio Prati (1842-1907), Tra Scapigliatura e Simbolismo”, 2009, Sitio web del MART en :

domingo, 22 de enero de 2017

Muelle Negro en bajante del río



Este es un verdadero "sitio patrimonial" donde se conjugan la obra del hombre y el ambiente natural en forma increíble. Fue construído por los ingenieros británicos venidos a Salto (Wilkinson?) con motivo de la creación de la linea del ferrocarril N.O. desde 1874. Es un lugar único que debiera preservarse de la acción del tiempo pero sin "afeites" estéticos. Además ser habilitado para su visita con un entablonado y alguna baranda mínima casi invisible (cable de acero tensado.)
Subo este video realizado con imágenes tomadas por mi con motivo de la gran bajante del río de marzo de 2008. (Texto del articulo original del 2008, sustituído hoy porque el video ya no era accesible)

Nota - Debido a reclamos por el copyright de la música realicé una nueva versión, algo más corta y más documental, sin música, el 21.1.2017. Me sorprende hoy mi propuesta para su rehabilitación, que se corresponde bastante con lo realizado en 2013...

Edmundo Rodríguez Prati


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